En un día de lluvia, estábamos completando la puesta en marcha de un sistema de control basado en el famoso relé inteligente LOGO! de Siemens, y al ver al programador revisando el diagrama de bloques, surgió la pregunta: ¿Porqué no mejor hacer el programa en lenguaje escalera (Ladder)?
La inquietud se quedó en mi mente. No la dije en voz alta, y seguí reflexionando. Recordé también un proyecto más grande diseñado por nosotros, donde un PLC controlaba un sistema de bombeo, que incluía varias bombas, instrumentación de flujo, nivel, presión y temperatura, medidores de energía eléctrica, así como una interfaz HMI/SCADA en dos computadoras remotas. En este sistema una ingeniera me mostró su programa y me sorprendió que en lugar de un diagrama de escalera, ella había preferido un diagrama de bloques.
Estuve a punto de discutir esta decisión, y buscar la manera de cambiar el programa al lenguaje de escalera. Mi preocupación era que si la persona que hizo el programa no pudiera asistir a una visita de soporte, fuera difícil interpretar el programa por otra persona, incluyéndome a mí. Al final no se hizo ningún cambio y el programa de bloques funcionó muy bien. Dos años más tarde no ha habido necesidad de modificarlo.
Mi temor viene por mi preferencia al lenguaje escalera, que tiene la ventaja de comprenderse fácilmente sin importar el fabricante del PLC. Los diagramas de bloques no han sido de mi agrado, por el “relajo” que se ve en la pantalla, que hace más difícil la tarea de revisar un programa en línea.
Pero el lenguaje escalera tiene límites.
El lenguaje de escalera de los PLC se diseñó para facilitar la transición de circuitos de lógica cableada (con componentes como relés, contadores y temporizadores), pensando en que los mismos técnicos electricistas que armaban estos circuitos serían los encargados de programar los PLC. En la actualidad, no siempre es este el caso.
Junto con los electricistas industriales, los profesionales en automatización, electrónica y mecatrónica están tomando el rol de programadores de PLC, quienes no requieren una analogía a los circuitos eléctricos de control. Por otro lado, la cuarta revolución industrial está demandando programas más complejos que incluyen comunicaciones digitales, funciones de control avanzadas, manejo de datos estructurados y aplicaciones IoT relacionadas con Internet, que poco a poco están abriendo la puerta a expertos en lenguajes de programación de alto nivel. Esta tendencia puede comprobarse al revisar las opciones de programación de los fabricantes líderes de PLC, aun en sus modelos más básicos.
Aquel día terminó la lluvia y mi conclusión fue que debemos ser abiertos al cambio, y dejar que los ingenieros hagan su trabajo con las mejores herramientas que tengan a su disposición.
Se tenía que decir y se dijo.