Es la semana de exámenes parciales en una universidad. Los alumnos han estudiado para contestar correctamente todas las preguntas de la hoja de evaluación -porque en este caso se trata de un examen tradicional, con preguntas que deben resolverse con palabras y cálculos numéricos-.
Luego de unos minutos de haber iniciado el examen, comienzan a verse caras de preocupación en algunos alumnos, a pesar de que todas las fórmulas están impresas en la hoja de preguntas. ¿Porqué?
Memorizar definiciones o repetir un procedimiento mecanizado no es suficiente para resolver problemas, hay que agregar pensamiento analítico. Y no solo hablamos de problemas de matemática.
Antes de trascurrir la primera hora, varios alumnos entregan su examen terminado. Algunos se han rendido, pero otros lo han completado correctamente. Esto de rendirse puede ser otro tema de conversación, pero para este artículo quisiera enfocarme en los alumnos que han sabido resolver el examen: ellos han desarrollado la habilidad de aplicar sus conocimientos para resolver problemas.
Hablando ahora de problemas de todo tipo -no sólo exámenes- ningún caso será igual, y posiblemente tampoco tendrán una única solución. A pesar de estos dos “obstáculos”, podremos encontrar una solución si abordamos el problema correctamente: con método y actitud.
Existen muchos métodos y técnicas de análisis y resolución de problemas. Nosotros aplicamos un método de seis pasos, donde el primer paso consiste en definir el problema. Y creemos que este es el paso más importante. Por temas de derechos de autor -que no somos nosotros- no podemos compartir los detalles del método completo, pero si podemos recomendar la búsqueda de un buen curso de solución de problemas (Problem solving, etc.), y por otra parte, también recomendamos no conformarse con una sola metodología.
El otro factor importante para resolver problemas efectivamente, es abordarlos con buena actitud: creativa, abierta a críticas, participativa y sin perder la paciencia. Armar un equipo de personas con buena actitud ayudará enormemente, pues la suma de conocimientos, así como la imaginación jugarán roles muy importantes.
Al escribir esta nota no pretendemos presumir nuestras “grandes habilidades de resolución de problemas”, sino más bien queremos reconocer la importancia de desarrollar esta habilidad, especialmente en nuestro campo de la automatización industrial, donde algunos problemas pueden provocar paros de producción con pérdidas considerables, y por tanto, requieren de una solución inmediata y efectiva. Nosotros tratamos de seguir aprendiendo y mejorando en conocimientos y actitudes.
Recordamos un caso de falla de un componente electrónico en una llenadora de empaque aséptico, era medianoche y el producto tenía un tiempo límite antes de perderlo si no era envasado a tiempo. En equipo logramos identificar el problema con una idea altamente creativa, y tan creativa fue también la solución temporal que aplicamos, mientras se adquiría el componente de repuesto. Nos fuimos al amanecer, con una gran satisfacción y orgullo, a descansar un par de horas, porque luego teníamos que volver para atender otro gran problema: encontrar el repuesto. También lo resolvimos.
¿Cómo está Ud. en conocimiento y actitud? Seguramente es un “crack” resolviendo problemas. Pero siempre hay oportunidad de ser cada vez mejor.